Al mismo tiempo el 1 % más rico de la población concentra casi el 25 % de la riqueza del país.
La central obrera CCOO (Comisiones Obreras) ha publicado un informe en el que se establece un baremo de siete indicadores para medir la precariedad. Un estudio novedoso que incorpora otros elementos además de la temporalidad para medir este fenómeno. Concluye que el 48 % de los trabajadores tienen un contrato precario.
El informe se apoya en datos de 2019 y estuvo dirigido por Hipólito Simón, catedrático de Economía en la Universidad de Alicante y concluye que el fenómeno de la precariedad es estructural en el Estado español al rozar el 50% de los trabajadores sujetos a estas condiciones.
Como se desarrolla en la presentación, este trabajo tiene como objetivo examinar la precariedad de los asalariados desde una perspectiva multidimensional, teniendo en cuenta distintos indicadores a diferencia de las estadísticas actuales que se limitan a un único factor. Hasta ahora hay datos diferentes de la precariedad. Cada estudio se basa en un indicador, normalmente la temporalidad, pero otros lo hacen en el salario por hora u otro indicador. Por ejemplo, si se tomaba la temporalidad como medidor la precariedad sería del 21 %, sin embargo este estudio multidimensional concluye que casi 1 de cada 2 trabajos son precarios.
Este informe establece un baremo de siete indicadores o “carencias laborales” para analizar la precariedad: salario mensual, salario por hora, tipo de contrato, tipo de jornada, sobrecualificación, jornada laboral extensa y jornada laboral atípica. Cada uno de ellos tiene un peso a la hora de medir la precariedad pero todos son valorados y permiten tener una visión más detallada del fenómeno de la precariedad. Además, todos se engloban en tres dimensiones: salario, inestabilidad y otras carencias.
El estudio señala también que entre los trabajadores que están precarizados, hay un 24 % que sufren carencias consideradas secundarias como el exceso de horas de trabajo, trabajo durante el fin de semana o sobrecualificación. Es decir que en total, el 72 % sufren alguna carencia frente a solo el 28 % que tiene lo que se llama un empleo de calidad.
Según el estudio sufrir al menos una carencia relativa al salario o la temporalidad implica directamente precariedad. En este sentido el 24 % de la población asalariada percibe un sueldo inferior a 1.200 euros brutos mensuales, lo que les convierte automáticamente en precarios y un 26 % está en situación de temporalidad.
Además el estudio concluye que la precariedad afecta muy especialmente a las mujeres. El 54 % de las asalariadas combinan dos o más de los indicadores mencionados, lo que las convierte en precarias. Dos terceras partes de los migrantes y tres de cada cuatro jóvenes están en situación de precariedad multidimensional.
Al mismo tiempo que se evidencia este golpe a las y los trabajadores, la desigualdad social va en aumento con un enriquecimiento cada vez mayor de las minorías más acaudaladas. En 2013, en plena crisis económica, las rentas más altas acumulaban el 21 % del total de la riqueza de todos los españoles, según World Inequality Lab, el centro de estudios del reconocido economista Thomas Piketty.
Luego de casi una década ese porcentaje ha aumentado a casi el 25 %, creciendo así la desigualdad entre el polo más rico y el resto de la población. El estudio de 2021 muestra que el 1 % más rico acumula ingresos por encima de 378.000 euros al año, mientras que el ingreso medio es de 30.600 euros y un 50 % tiene ingresos por solo 12.900 euros anuales.
Esto es una muestra más de que durante la pandemia, los ricos más ricos aumentaron sus fortunas, mientras que la crisis impactó más en los sectores más vulnerables.
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Retomando el estudio de CCOO, otra conclusión necesaria debería ser la urgencia en avanzar en un plan de lucha contra la precariedad que empiece por coordinar y unificar todos los conflictos que surgen y que apunte a un plan de lucha continuado que se proponga enfrentar y tirar abajo las reformas laborales de 2010 y 2012 responsables en gran medida de la situación actual.
Desde La Izquierda Diario lanzamos una campaña de denuncia contra la reforma laboral, la precariedad, los bajos salarios y la subida de los precios. En el marco de una creciente conflictividad obrera abrimos nuestro diario a todos aquellos trabajadores que quieran denunciar la precariedad y el despotismo patronal que junto al Gobierno y con la complicidad de las burocracias sindicales quieren empobrecernos más.
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